sábado, 1 de abril de 2017

Semana de Pascua en Guápiles

Me volvi a escapar a la casa de mis padres en Guápiles, ya confesé que este sitio encierra mucho de lo que me hace pensar y me hace recordar.

He caminado como nunca por las calles de esta ciudad tan caliente, he leído, he hecho deporte, he visitado a amigos y me he metido en las salvajes montañas de la Universidad EARTH, en donde se nos ha caído Jacobo por un risco y casi se nos va... dichosamente encontramos un veterinario y el pobre labrador ya esta descansando y en recuperación.

Me he topado además con "la barrera mental y de visión que genera el vivir en un lugar alejado del centro del país, de la realidad del mundo", eso lo extrapolo de los comentarios de Emanuel Paniagua, Ingeniero en Sistema de INTEL que recién ha regresado de Malasia y gran amigo mio.

Y es que regresar al pueblo en donde todo parece ir lento y en donde la velocidad de intercambio de bienes y servicios va como a cuenta gotas, me sorprende inicialmente y finalmente me preocupa.

Y me preocupa porque la velocidad del mundo es distinta a la de mi pueblo, porque el impacto de los buenos negocios y de las buenas iniciativas sociales que existen en este país, parecen no llegar.

Viaje sobre el cielo. Playa Curú, CRC


Me fui este fin de semana a Playa Curú (que por cierto no sale ni en Google maps). Es una reserva privada que además de playa, arena y sol, resguarda interesantes proyectos de conservación de especies en peligro de extinción.

Me decidí a tener una buena experiencia manejando kayak a unos 300 m de la playa, y puedo asegurar que era como viajar sobre el cielo. Apenas unos metros ya adentro no logramos ver más que el verde azulado del agua del lugar.

En ese preciso instante, cuando la adrenalina sube y uno quiere contarle a todo el mundo que ha encontrado el paraíso, me acordé que solo llevaba mi cámara digital y mi buena memoria, para hacer trascendente el momento.

Idealmente hubiera deseado que mi iPod captara alguna super señal satelital que le dejara conectarse a internet y así hacer eterno el momento in situ... no obstante, tengo que conformarme con escribir este mensaje horas más tarde de la travesía y adjuntar alguna foto y video que todavía resguardan mi paso por el cielo de hoy por la mañana.

A la Luna de dos años

  Que me inspiras la vida.  Hoy te he visto un segundo, una hora, un día completo. Hoy tengo el privilegio de cuidarte, de ser tu guardian, ...