Ya han pasado varios días desde el terremoto en la zona de Poás, Costa Rica. Los desastres y pérdidas son clara evidencia de la fuerza de la naturaleza y también, de la carencia de sistemas nacionales que permitan plantear estrategias acertadas ante una situación como esta.
Miles de personas afectadas, el número de muertos sigue aumentando, pueblos que desaparecieron, familias sin vivienda, cese de actividades comerciales que eran el sustento de los pueblos de la zona...
¿Qué sigue ahora?.
Y con un decir muy de mi tierra y de mi familia: hay que comenzar y recomenzar!. Es tiempo de tomar fuerzas, primero en Dios y con esto, en nosotros mismos y en las capacidades buenas y amplias que tenemos todos para trabajar.
Reconstruir un camino nuevo en medio de lo que parece borrascoso y en donde la esperanza hay que calentarla con alegrias pequeñas para que no se apague. Retomar fuerzas y abrir brecha en donde ya no hay nada.
Que papel tan importante juega la familia, principalmente madres y padres, ante el dolor que representa esta situación... es momento de ser ejemplo y de trabajar con nuevas fuerzas, con más amor y con más empeño porque hay un futuro que enfrentar.
Ya me lo hizo ver un amigo que me decía: "quiero ver a mi padre con nuevas fuerzas, con nuevas ideas, con nuevos ánimos porque en la casa lo necesitamos fuerte y feliz... ya recomenzará".