miércoles, 29 de febrero de 2012

De virtudes y defectos


Hay una cualidad que tengo.

Cuando estoy en un grupo de trabajo, con rapidez y facilidad me doy cuenta de las competencias reales y las competencias mejorables que tienen las personas que lo conforman.

Eso también me permite observar cuando mi personalidad, mis ideas y mis argumentos no son bien acogidos y generan... digamos: malestar en quienes piensan diferente y sé cuando también generan animadversión. Sobre todo en temas de fe católica entre otros.

Y lo considero virtud porque en el ambiente abundan las personas jóvenes y con un tiempo de vida profesional corto que tienen grandes potencialidades, a los cuáles logro apreciar mucho y que en algún momento habrá oportunidad de animarles y ayudarles en su desempeño (sobre todo en pequeños detalles imperceptibles).

Esta cualidad también me deja ver cuando el egoísmo y la arrogancia son los elementos que abundan en una persona... y con esas personas es en donde creo se puede practicar más la caridad y lo que diría en buen tico: "el aguante" que uno tiene.

Comprobado esta que la arrogancia y el egoísmo llevan a un éxito profesional efímero, tarea importante será ayudarles a estos a que esos vicios se acaben para que su éxito sea eterno.

Cualidad divino tesoro... y hay que usarla con prudencia.



A la Luna de dos años

  Que me inspiras la vida.  Hoy te he visto un segundo, una hora, un día completo. Hoy tengo el privilegio de cuidarte, de ser tu guardian, ...