miércoles, 14 de enero de 2009

Comunicación en mi empresa (la residencia)

"Para hoy prometo: no saludar cuando llegue a la oficina, no decir ni una sola palabra a nadie, meterme en el computador y conectarme con el mundo pero no con mi colega de al lado."

Suena familiar este comportamiento de aquellos que se pasan navegando en la red y son incapaces de aterrizar y darse cuenta de quién esta a su lado, de que piensa o que necesidades tiene... me recuerda a la señora que hace días vi en un bus hacia mi casa y nunca se dio cuenta que ensuciaba mi maleta y mi pantalón con sus zapatos, mientras revisaba su email en el teléfono y mensajeaba como una loca: se habrá dado cuenta que los sms subieron hace unos días de 1,25 a 5,25??.

Los muchachos con los que vivo siguen buscando buenos computadores con buen sistema de recepción de señal de internet, y claro se siguen quejando de que la conexión es lenta y de que ¡cómo en una residencia universitaria de las mejores que hay en el país no existe internet por Wi-Fi!. No sé que tienen en la cabeza, en eso estoy trabajando, para lograr entenderlos.

Y mientras los sigo viendo cada tarde y noche conectados a la red, conversando con sus amigos del otro lado del mundo o del otro lado de la ciudad, enviando archivos de la última fiesta que tuvieron, bajando videos y chismeando en las famosas red sociales que existen.

Viven conectados a la red pero desconectados de lo que pasa a su alrededor, se olviden que viven con gente y en una residencia, que como el mejor Colegio Mayor español, tiene necesidades y para que funcione necesita de la colaboración de muchos.

¿Cómo conectar a estos muchachos al mundo real?... es un trabajo de día a día.

A la Luna de dos años

  Que me inspiras la vida.  Hoy te he visto un segundo, una hora, un día completo. Hoy tengo el privilegio de cuidarte, de ser tu guardian, ...